Del cabreo,
cojo el mundo entero
lo encierro en mi puño y lo sacudo.
Como hacen los niños
para matar moscas.
Y, también como los niños,
luego lo arrojo
con ira
y si aún mueve las alas
lo remato
de un pisotón.
Y, también como los niños,
después lloro.
Me gusta esa forma tuya de cabrearte. Debes gritar en forma de trino de ave...
ResponderEliminarAins, Mario, ojalá supiera cabrearme tal y como describo en el poema y gritar en forma de trino de ave...
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí :)